UNA COINCIDENCIA DE MUERTE

En la ciudad de Ambato, en el 1970, Víctor nació en el seno de una familia nuclear. Todo parecía tener el aspecto de una familia normal. Víctor creció con el amor, comprensión y cuidado de sus padres hasta cuando cumplió sus 13 años.

En el seno de la noche del 23 de abril de 1983 su madre falleció junto a su hermana, que la llevaba en el vientre. Fallecieron los dos mientras daba luz. Siendo Víctor el hermano mayor de cinco hermanos, a partir de ese momento sintió que su responsabilidad era más grande pero no quiso ni pudo con esa responsabilidad. Desde entonces empezó a buscar distractores para olvidar el dolor que sentía al no tener a su madre. Lo más accesible que tenía era el alcohol, este parecía haber reemplazado algo que le hacía falta, la presencia de su madre.

Durante toda su adolescencia y juventud al alcohol fue su refugio y a causa de este se terminaron dos matrimonios, alejamiento de su familia, además, accidentes que le causaron incapacidad física-parcial. Luego tuvo un tercer matrimonio del cual tuvo dos hijos con la esposa con la que compartía el placer por el alcohol.

Los años pasaron y él nunca dejó de consumir alcohol, hasta que le detectaron una enfermedad catastrófica. Cáncer padecía. 2 años de terrible enfermedad y en su agonía se arrepintió de no haber parado cuando estaba a tiempo, y como una de esas cosas raras de la vida murió el mismo día y hora que hace 35 años murió su madre.