(Sin título)

Hola soy Andrés, esta es mi historia. Desde niño recuerdo que mi padre llegaba a la casa en estado etílico y me exigía conseguir alcohol a cualquier hora de la noche, las ocasiones fueron tan repetitivas que cada vez que compraba alcohol para mi padre mi curiosidad era tan fuerte que a mis 8 años tomaba sorbos de alcohol para probarlo. Debido a eso, no pude culminar mis estudios. Recuerdo que a los 17 años encontré el amor de mi vida, y gracias al amor que nos teníamos procreamos una bella hija. Por momentos pensé que ese era el camino para dejar todos mis vicios pero el ambiente y el contexto en el que crecí me llevó a los 18 años a vivir un centro de rehabilitación, y en reiteradas ocasiones caí en manos de la justicia. El apoyo de mi familia fue tan incondicional que no lo valoré.

Debido a mí consumo, perdí el cariño y respeto de mi hija y esposa. Ahora que tengo 32 años y me encuentro solo quisiera volver atrás en el tiempo y compartir junto a mi familia todos los bellos momentos y lograr las metas que aspiraba cuando pequeño, pero a cambio de eso les ofrecí sufrimiento, tristezas, conflictos y finalmente desintegré mi familia.