(Sin título)
- Relatos alcohólicos - UTA
- 26 ene 2019
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 3 feb 2019
La vida a veces pone pruebas y por las que cada quien enfrenta sus problemas de manera diferente, algunos pelean, otros prefieren ahogar sus problemas en alcohol. Así empezó la historia de un hombre que desde sus 35 años empezó a tomar. Pasaron los días, los meses, los años y poco a poco de manera inmensurable bebía día tras día, quien no podía sentirse bien si no estaba en ese estado.
Tarquino, es un cambiador de monedas y lo poco que ganaba lo invertía en una botella de puro. Debido a esta situación, sus familiares y esposa estuvieron decididos a internarlo, pero él se negó porque decía que no estaba enfermo y no era adicto. Ya con el tiempo su esposa estaba cansada con su comportamiento pues no solo llegaba borracho, sino que la agredía física y verbalmente. Un secreto existía pues Rocío, su mujer, lo mantenía. Un día ella colapsó y tomó la decisión de marcharse con su pequeña hija.
Tarquino se hundió más en el alcohol y como venganza empezó a inventar barbaridades sobre su ex mujer, pues le hacía la vida imposible y no permitía que ella fuese feliz y llevase una vida tranquila.
Pasó un año y él conoció a una mujer de nacionalidad peruana, se enamoraron y decidieron formar un hogar, pero existía algo muy peculiar, ella era una “bruja” y ambos estaban interfiriendo en la vida de Rocío.
Pasaron algunos años y su nueva mujer también estaba cansada de la adicción de Tarquino y se le ocurrió realizar un preparado, lo que dio fin a esta adicción. A sus 49 años él ya no era alcohólico.
Tarquino en la actualidad tiene 55 años y lleva una vida normal, tuvo un hijo con Alicia, su actual esposa y esperan otro hijo que está por llegar.
La vida es muy curiosa y a veces llegan personas que cambian tu vida de una manera drástica.
Nena
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