(Sin título)
- Relatos alcohólicos - UTA
- 3 feb 2019
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Estaba bebiendo una noche luego de una presentación del grupo musical en el cual me desempeño como guitarrista. Luego del evento, con la satisfacción de haber hecho una buena presentación, nos pusimos a tomar alcohol con todos mis amigos sin medir las consecuencias que luego conllevaría esta droga.
Todo estaba tranquilo y por dentro me sentía estupendo. A altas horas de la madrugada ya casi la mayoría de mis colegas estaban yendo y yo aún no me sentía alcoholizado, y tomé la peor decisión de mi vida; seguir bebiendo.
Sabiendo que ella iba perdiendo la razón pasaron las horas y cuando me di cuenta estaban personas extrañas de nuestro círculo de amistad. Estos individuos comenzaron a querer entablar una amistad del momento queriéndonos engañar con sus falsas palabras pues el objetivo de ellos desde un inicio era hacernos daño. Caímos en su trampa y terminaron drogándonos a mí y a mis amigos y no pudimos hacer nada ya que por estar tan alcoholizados perdimos la noción.
Amanecí grave en el hospital casi con sobredosis, no recordaba nada y tenía el rostro casi destruido por los golpes que recibí y por poco muero por sobredosis. Pero Dios quiso darme otra oportunidad y aquí estoy contando mi historia para ver si tal vez le sirva de experiencia a otra persona.
El alcohol sí hace daño y no es mito.
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