(Sin título)
- Relatos alcohólicos - UTA
- 3 feb 2019
- 2 Min. de lectura
Hace poco terminé una relación de dos años con una persona la cual consumía alcohol en exceso, lo cual provocaba gran parte de nuestras peleas y poco a poco logró agotar la relación.
Al iniciar nuestra relación mucha gente que conocíamos en común me comentaban de su problema, de lo mucho que tomaban pero creo que mientras más me decían que no, más quería comprobarlo Yo también tomaba con él y sus amigos. Los primeros meses de relación no sé si lo hacía para incluirme, para no dejarme, o por costumbre.
Cuando cumplimos 6 meses de relación él empezó a desaparecer. Se fue a beber con sus amigos porque yo le manifesté mi molestia a que hiciera eso. Yo solo perdonaba y perdonaba con la esperanza de que el cambiará y dejará de hacer esos desplantes. Pero por el contrario, seguía con su vicio pese a ciertas cosas que me contaban que le ocurrían, como que cuando bebía perdía mucho dinero, le robaban, tenía problemas en su casa, con su familia, problemas conmigo e incluso en su trabajo.
Cuando yo le preguntaba el porqué de su acción él me decía que tenía problemas en su casa, que sólo quería despejarse con sus amigos, pero realmente solo conseguía más problemas. Con mucho dolor empecé a comprender que el tiempo máximo de cambio que él me demostraba sería de un mes y que el problema de él no era normal. Yo con el afán de continuar junto a él le propuse ir a alcohólicos anónimos pero de promesas no pasaba, y cada vez que peleábamos por esa razón prometía que iríamos juntos, que le acompañase y que no quería ir solo, pero cuando llegaba el día él solo decía que no, que no es un adicto y que ya estaba haciendo las cosas bien.
Pero como mencioné antes, solo le duraba un mes o semanas, llegando al punto de sentir miedo de que llegase el viernes y que se fuera a tomar o deapareciera. En muchas ocasiones me dejó plantada, en otras cuantas llegaba tomado a dormir a mi casa o me llamaba para que fuera con él. Consideré que después de tanto tiempo yo ya no podía, me sentía cansada de luchar sola con algo así, que realmente no era mi problema pero sí el de alguien a quien amaba aun.
Un día, por una discusión cualquiera terminó la relación y al siguiente día fue a beber. Era un día entre semana y el día siguiente no fue a trabajar. Perdí contacto con él por un tiempo hasta que un día vi tomando con su amigo que tenía el mismo problema y unas chicas. Actualmente él está en una relación con esa chica que toma igual con él y sigue consumiendo alcohol.
Después de tanto logré comprender que él no cambió y no cambiará, que él tiene un problema que le da miedo aceptar y que no puedo desgastarme por una persona esa con adicción.
Comentarios