(Sin título)

En cierta ciudad de México, por azar del destino unos jóvenes iban a coincidir en el mismo campamento en el que sus padres los habían inscrito al finalizar el período de clases.

Al principio todo parecía marchar a la perfección, hasta que un día se reunieron para celebrar el cumpleaños de uno de ellos. Los jóvenes, quienes eran más grandes de edad y habían asistido en ocasiones anteriores a aquel campamento, introdujeron gran cantidad de alcohol.

Al culminar con todo el alcohol suministrado por estos jóvenes el festejado comenzó a imponer cierto aire de autoridad frente a los demás. El joven tranquilo, como se le consideraba, se convirtió en una persona agresiva e irritable, esto debido al exceso de alcohol en su cuerpo.

Uno de sus amigos trató de calmarlos, en el acto empezaron a pelear, cayendo uno de ellos en una roca. Perdió el conocimiento y fue llevado al hospital. Como era de esperar se presentaron cargos hacia quién lo agredió y cumplió su condena durante varios años en el reclusorio para menores.