Mi padre es alcohólico
- Relatos alcohólicos - UTA
- 20 ene 2019
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 3 feb 2019
Es una historia difícil de contar. Desde que tengo memoria recuerdo ver a mi padre con una botella sin importar si era día o noche. Al pasar el tiempo supe que lo que había en esa botella era alcohol, el mismo que ocasionaba que mi madre fuera víctima de los golpes y enojos que tenía mi padre . No podía expresar con palabras lo asustado que me sentía, solamente lloraba e ignoraba lo que pasaba a mi alrededor. Todos los días me iba a la escuela pensando que los problemas y gritos desaparecerían, pero no fue así. En la escuela era un niño tímido, por lo que era un blanco fácil de los niños más grandes. Me obligaban a hacer sus tareas y me golpeaban cuando no quería hacerlo, además, me quitaban mi dinero. La escuela parecía ser mi segundo infierno.
Al regresar a casa el infierno continuaba, escuchaba como mi padre le gritaba a mi madre. Luego de unos minutos se escuchaban los gritos desesperados de mi madre porque mi padre la estaba golpeando.
Yo solo corría y me encerraba en mi cuarto, esperaba en la ventana hasta ver que mi padre se fuera y corría a buscar a mi madre. Recuerdo claramente ver su rostro lleno de sangre, pero ella solo me decía que todo estaba bien y que esto era normal, pero sabía que esto no era así. No sé cómo mi madre pudo aguantar tanto tiempo.
Entonces crecí y pensé que tenía que parar esta situación, convencí a mi madre de que lo denunciara. Los dos teníamos miedo, pero sabíamos que era lo mejor. Él no ayudaba en casa, todo el dinero que ganaba mi padre se lo gastaba en alcohol, apenas teníamos para comer.
Una noche llego ebrio y golpeó a mi madre, luego se quedó dormido, entonces fue cuando llamé a la policía y vieron el estado en el que estuvo mi madre y se lo llevaron detenido. Entonces supe que era el fin de todo este sufrimiento.
Luego de unos meses mi madre me cambió de escuela, se sentía como un lugar agradable donde podía jugar con mis amigos. Sabía que al llegar a casa mi madre me estaría esperando y que ya no escucharía jamás los gritos y golpes de mi padre.
Han pasado 5 años desde que mi padre fue detenido, todo ahora está mejor. En ocasiones voy a visitarlo, aún sigo sintiendo miedo, pero él dice que ha cambiado y que quiere volver con nosotros, pero creo que eso no es lo mejor.
Autor: EUN TAK
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