En una ciudad llena de árboles con frutas deliciosas nace Camila, una niña hermosa con cabello lacio de color rubio y unos ojos que reflejaban su belleza. Al cumplir 15 años Camila empieza a salir con varias amigas de diferentes contexturas, unas eran flacas, otras gordas, algunas pequeñas y otras altas, las diferencias entre su grupo de amigas eran muy notorias y Camila al ser la más bonita del grupo lo lideraba.
Un día una joven, muy pero muy delgada llamada Anore, entra a su misma escuela y empieza a vivir en esta ciudad y Camila la acepta en su grupo y le brinda una deliciosa manzana que era la fruta típica de su barrio, sin embargo, Anore, su nueva amiga rechaza la fruta y le dice; -las frutas y en sí todos los alimentos son malos-.
- Mírate amiga lo gorda que estás por comer eso, deberías dejarlas, le dice.
Camila se puso a pensar y todos los días se miraba al espejo analizando su contextura y qué tan gorda estaba, según su amiga Anore ella debía dejar de comer manzanas y todas las frutas y así, sin pensarlo dos veces así lo hizo.
Durante varios meses, Camila desde que dejó de comer hacía menos ejercicio pues cada día tenía menos fuerza y se sentía decaída, hasta que un día no pudo más y se desmayó, su mamá preocupada la llevó al doctor y el médico le comentó que Camila había presentado un trastorno en su alimentación y tenía anorexia.
Después de que Camila salió del hospital su mamá empezó a cuidar mucho de la alimentación de su hija y a estar pendiente de que siempre se alimente bien, desde entonces Camila se alejó de Anore diciéndole:
-Si el árbol te da manzanas, manzanas debes comer.
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