María

Había una vez una chica de nombre María, tenía 16 años y sufría de problemas alimenticios, todo lo que comía lo regresaba, era una chica acomplejada con su cuerpo y sufría porque la ropa no le quedaba, cada vez que tenía un problema empezaba a comer de manera desmedida y sin control, ella no aceptaba que tenía un problema y pensó que todo era normal y no sabía el daño que se estaba causando.

Nadie de su familia sabía por lo que ella pasaba, para sus padres todo estaba normal, María aparentaba ser una chica sana y que tan sólo comía un poco de más porque estaba en etapa de desarrollo. Un día cenando con sus padres empezó a comer de una manera excesiva y su madre le pidió que se controlara y no hiciera eso, que estaba mal, ella se detuvo y se excusó diciendo que tenía mucha tarea, se paró de inmediato de la mesa y corrió al baño, su madre la persiguió y se dio cuenta de que vomitó, ella le preguntó si todo estaba bien y María mintió diciendo que le cayó un poco pesada la comida, en esos momentos su madre entró en duda y empezó a vigilar sus actitudes y notó que ella era muy ansiosa, sudaba demasiado y cada vez que terminaba de comer corría al baño y sospechó que algo muy malo sucedía y buscó el apoyo de un especialista, pues temía lo peor.

La madre de María acudió en busca de un médico y éste le dijo que podía sufrir de bulimia, la madre consternada por lo dicho trató de hablar con María de manera dulce y pasiva, pero María se alteró y se desmayó por el impacto de la situación, su madre de inmediato llamó a una ambulancia en el hospital, trató de hablar con ella y le pidieron con voz temblorosa que se realizara exámenes médicos para corroborar su enfermedad.

Ahora que su familia sabe, no la dejarán sola, estarán junto a ella en el tratamiento para combatir esta enfermedad, porque el amor todo lo puede.