Esta es la historia de María José, una chica de 16 años que vive con sus padres en la ciudad de Ambato y está cursando el tercer año de bachillerato en una unidad educativa de la zona, siendo una de las mejores estudiantes de su curso y muy responsable en todas sus tareas, ella destacaba dentro de sus amistades ya que era muy querida por sus compañeros y amigos, en su círculo familiar era la hermana mayor de 3 hermanos y la más consentida de sus padres y era considerada como ejemplo y guía para sus hermanos, su madre era un diseñadora reconocida en la ciudad por sus auténticos diseños y María José era la modelo, la que lucía sus prendas, dándole prestigio y aceptación en el medio.
De pronto, un día llegó una gran noticia al hogar de María José, que era una invitación para ella y su madre de asistir a la semana de la moda que se realizaba en Quito, ellas viajaron días antes para ultimar detalles y conocer al personal que trabajaría con ellas.
María José sintió interés por el mundo de la moda y conversó con varias modelos profesionales las cuales al verla tan joven le dieron consejos para triunfar en el medio, cuando llegó el gran día del desfile, María José fue duramente criticada por los jueces ya que su estética no era como la de las demás modelos y después le sugieren realizar dietas y ejercicio para mejorar su figura.
Cuando regresó a casa, ella buscó revistas y videos para bajar de peso y se volvió algo recurrente y excesivo, donde cada día planteaba metas de más ejercicios y dietas más rigurosas, tiempo después ella comenzó a bajar en sus estudios y empezó a presentar problemas de salud, provocándole desmayos recurrentes y peso muy bajo. Decidieron recurrir al médico y él les dijo que tenía anemia y que necesitaba ayuda psicológica y nutricional, para ella todo estaba normal y cada vez que se miraba al espejo ella se veía gorda y proponía nuevas formas para estar más delgada.
Debido a esto ella ya no era considerada para desfiles, ni pasarelas y ella pensaba que era por su físico, ella estaba irreconocible y su familia decidió ingresarla a un centro de ayuda contra la anorexia, al cual sigue acudiendo para su respectivo tratamiento.
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