Érase una vez en la ciudad de Ambato un joven aparentemente normal en su círculo social, esta es la historia de Vinicio, quien era un joven que creció rodeado de gente que se burlaba de su aspecto físico, desde muy pequeño tuvo una contextura gruesa, lo que en su adolescencia le afecto muy seguido, por lo que poco a poco le motivó a inducirse el vómito.
Esto le causó que rechazara casi toda la comida que ingería, esto le llevó a condicionar su mente y por eso él vomitaba después de cada comida con el afán de no engordar.
Con la ayuda de sus familiares, alrededor de sus 20 años empezó a entrenar en un gimnasio logrando así mantener su peso ideal, pero a su vez tenía la costumbre de inducirse el vómito, como algo programado en su cabeza.
Poco a poco empezó a excluirse de las reuniones familiares o sociales, al creer que no lo iban a aceptar si rechazaba la comida o lo que le brindaban y prefirió excluirse de su núcleo social.
Debido a problemas familiares y sentimentales, la condición de Vinicio empeoró y se convirtió en algo crónico, lo cual su mente ya lo programó, es decir, al momento de ingerir alimentos, su mente generaba el vómito de manera automática, esto se volvió un problema en su entorno ya que no podía sentirse bien con él mismo y con los demás.
Ahora Vinicio lucha por salir de ese condicionamiento mental e intenta llevar una vida normal y aconseja a todos quienes padecen principio de esta peligrosa enfermedad para que busquen la ayuda necesaria y no caigan en tan peligroso trastorno.
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