Elisa, estudiante del quinto curso del colegio “Las Américas”, a la edad de 17 años tomó la decisión de quitarse la vida. A lo largo de su estancia en la secundaria sufría constantes burlas por su peso, ella pensaba que era una persona horrible y no se sentía apreciada por nadie, ni siquiera del chico que a ella le gustaba.
Cuando cumplió 15 años, empezó a ir al gimnasio, pero sólo fue por una semana, se frustraba porque no veía resultados inmediatos, investigó en Internet formas más rápidas para perder peso y empezó a vomitar constantemente hasta que se hizo costumbre. Luego de un año, su familia se enteró y decidió apoyarla con atención psicológica, cuando ella se sintió un poco mejor y comenzaba a amar su cuerpo, se declaró al chico que le gustaba, lamentablemente él la rechazó.
La ayuda psicológica dejó de tener efecto, se sintió frustrada por el rechazo y continuaba vomitando hasta parar en el hospital donde le detectaron fallas renales. Con el corazón roto, desdichada y enferma, tomó la decisión de quitarse la vida dejando a su familia con profunda tristeza.
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