Anita era un adolescente cuyo sueño era ser reina de belleza, se preparó desde pequeña para alcanzar la corona de su ciudad, a medida que los años pasaron Anita pasó de ser una niña delgada a desarrollar una figura envidiable que, en conjunto con su estatura, llamaba la atención de quien la miraba.
La muchacha no solo se preocupaba por su físico, sino también en su preparación académica, así que desde niña también se esforzó en sus estudios en un colegio bilingüe.
Con el tiempo conoció a Andrés, un joven de quien se enamoró y cuando llegó el año en que tenía la edad para inscribirse en el concurso ya llevaban de novios seis meses, hasta el momento él había sido una persona muy amable y comprensible, pero al empezar el proceso de preparación para el certamen de belleza, su actitud cambió, Andrés empezó a ser controlador y un día en una discusión la llamó gorda con especial énfasis en sus grandes caderas.
Anita se sintió afectada y buscó la forma de verse mejor para él y desarrolló un trastorno alimenticio, empezó a vomitar sus comidas y beber mucha agua para obtener una figura delgada, así pasaron dos semanas en la cuales la joven soñadora de nuestra historia, se había convertido en una mujer ojerosa, sin energía, cada día más demacrada.
El día del concurso llegó, la madre de Anita fue a despertarla para iniciar con el maquillaje y las pruebas del vestuario, cuando fue a su habitación, la encontró sin respiración ni signos vitales. La falta de alimento la mató y su familia lloró la muerte de una muchacha llena de sueños.
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