Esta la historia de dos jóvenes que estudiaron en la misma universidad, en diferentes carreras. Sus nombres: Juan y Alejandra, se conocieron por casualidad y vivían en la misma Colonia.
Se encontraban juntos para viajar a la universidad, poco a poco él se fue enamorando de Alejandra, su amistad era muy buena, se contaban todo. Un día Juan, declaró su amor por ella y Alejandra le respondió que sí, que sí quería ser su novia y que ella sentía lo mismo por él.
Los primeros meses fueron encantadores, sin embargo, a los 7 meses de relación empezaron a tener problemas. Juan le prohibía tener amigos y le había dicho que no podía salir a ningún lado, Alejandra que estaba tan enojada le dijo lo mismo.
Según Juan, Alejandra había perdido la delicadeza y ya no se arreglaba como antes, algo andaba mal. Un día, Alejandra salió de clases y vio a Juan abrazando a una chica, se sintió terrible y pensó que él la estaba engañando, salió corriendo y llorando.
Esta escena se repitió varias veces y con el pasar del tiempo ella encontró refugio en la comida, curaba su tristeza con galletas y chocolates, luego sentía una gran culpa y vomitaba. Juan se había alejado totalmente y comenzó a salir con alguien más, ella se sentía cada vez peor y comenzó a presentar síntomas de anorexia, estaba muy delgada, él le preguntó qué pasaba y ella no sabía que contestar.
Al poco tiempo fue llevada al hospital por emergencia y su estado de salud era muy delicado, todo había sido culpa de Juan, pues le había dicho que su nueva novia era más guapa y con mejor cuerpo. Alejandra con graves síntomas de depresión y con el apoyo de sus padres, acudió al psicólogo, poco a poco se sintió mejor y visitó constantemente a un profesional para conocer la mejor manera de mantener un peso estable, continuó con su vida y esta vez lo hizo mejor.
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