UNA FAMILIA SIN COMUNICACIÓN

Una familia de posición económica estable cada fin de semana tenían reuniones en la cual se acostumbraba a tomar alcohol moderadamente. Esta familia tenía un hijo de 12 años de edad.

Al pasar el tiempo el joven vio que tomar alcohol era normal pero después el muchacho empezó a tomar, aunque la diferencia es que él no medía al momento de hacerlo. Lo cual le llevó a tener muchos problemas, a tal punto de llegar a experimentar otras cosas como drogas, pero era muy tarde para que sus padres hablaran con él porque ya no entendía a razones y se convirtió en un joven problemático.

La única solución para sus padres fue encerrarlo en un centro de adicciones en contra de su voluntad, y como ya sabemos, una persona cambia cuando él acepta que tiene un problema.

Entonces no sirvió de nada y al momento de salir volvió a su misma vida de vicios y perdición. El joven echaba toda la culpa a sus padres porque, aunque en su infancia nunca le faltó dinero, nunca hubo lo más importante, que es la comunicación, y nunca le explicaron que tomar alcohol era malo, que todo es a su tiempo, y que ellos pasaban fuera de casa mucho tiempo, y el joven por curiosidad o soledad, sin darse cuenta, se metió en un mundo donde muchas personas terminan muertas o en la cárcel.