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Un 14 de febrero

  • Foto del escritor: Relatos alcohólicos - UTA
    Relatos alcohólicos - UTA
  • 28 ene 2019
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 3 feb 2019

Recuerdo que hace dos años, el 14 de Febrero, el día del amor y la amistad, me encontré con mi amiga Carla. Las dos habíamos decidido no entrar al colegio esa tarde, planeamos ir a la casa de unos amigos donde nos contaron que harían una fiesta.

En esa fiesta se encontraba uno de nuestros mejores amigos, él siempre se preocupaba por nosotras y nos cuidaba como si fuéramos sus hermanas. Ese día la fiesta fue muy divertida, hubo muchas personas a las cuales no conocíamos, pero nos sentíamos confiadas, todo parecía ser una fiesta más de muchas a las que habíamos ido veces anteriores. Recuerdo que fui una de las primeras en irme de ahí, ya era tarde y me esperaban en mi casa. Antes de salir me despedí solo de mi mejor amigo, aunque él parecía estar muy ebrio. No encontré a mi amiga con la que llegué a ese lugar, no me despedí de ella y salí, tenía prisa y no me percaté de nada.

Al día siguiente todos hablaban de lo bien que se lo habían pasado la tarde anterior pero mi amiga Carla no llegó ese día, ni el siguiente, ni el siguiente. Yo estaba preocupada por ella y fui a visitarla, cuando llegué hasta su casa me recibió su madre y me informó que Carla estaba muy extraña y que hablara con ella. Subí hasta su habitación y después de conversar acerca de varios temas sin importancia le pregunté sobre la fiesta y ella cayó en un llanto desesperado.

Fue ahí cuando me contó que esa tarde había bebido demasiado pero a pesar de eso recordaba que el muchacho con el que ella estaba bailando en esa fiesta le pidió que le acompañará al segundo piso porque ahí había guardado sus cosas y debía recogerlas para poder irse a su casa. Carla muy mareada había subido acompañada del muchacho, el cual subía detrás de ella. Al pisar el último escalón este hombre la abrazó con fuerza, le tapó la boca, la metió en un cuarto y abuso de ella.

Carla intentó gritar pero no tenía fuerza, su cuerpo era muy débil por los efectos del alcohol, recuerda haber escuchado a su mejor amigo llamándola pero él también estaba muy ebrio y no pudo salvarla. Y fue ahí cuando me sentía con responsabilidad de no haberla buscado antes de salir, si tan solo hubiese notado algo extraño, nada de esto hubiera pasado. Ella estaba muy triste pero hoy después de dos años lo ha superado no completamente pero sí la gran mayoría a pesar de que este abusador está pagando su condena.

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Web creada por la tutoranda Paola Acosta y el profesor Álvaro Jiménez como parte del proyecto de investigación para el tratamiento del alcoholismo en jóvenes universitarios (2453-CU-P-2017 / DIDE-UTA).

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