En la facultad de Contabilidad y Auditoría de la Universidad Técnica de Ambato estudiaba una chica llamada Elizabeth, muy bonita, de contextura ancha, cabello rizado y teñido de color negro, sus ojos cafés muy claro y su color de piel un poco bronceada, con pestañas largas y una estatura de aproximadamente 1.65, tenía 18 años edad cuando la conocí.
Un día al llegar a la universidad mientras corría a sus clases, chocó con un chico llamado Fermín, un muchacho muy apuesto que iba a la facultad de Jurisprudencia, Fermín le ayudó a recoger sus cosas y desde aquel día comenzó una historia de amor imposible.
Elizabeth se sentía muy insegura de sí, ella envidiaba a las modelos, se obsesionaba frecuentemente por tener un cuerpo perfecto, Fermín era muy apuesto y tenía por novia a una chica con un cuerpo fitness.
Ella pensaba todas las noches en él y en volver a verlo. Un día Elizabeth lo encontró por casualidad y le confesó el amor que sentía por él, pero Fermín le dijo que le podía tener como una amiga ya que tenía novia y se la presentó al instante, Elizabeth al conocer a esta muchacha afirmó aún más sus inseguridades, comenzó a dañar su cuerpo produciéndose vómito, cuando pensaba en Fermín se sentía triste y comía demasiado, pero al final lo devolvía todo, lo hizo más de una vez hasta que empezó a ver un cambio en su figura, y se dio cuenta de que comenzó a bajar de peso y creyó que así podría conseguir el cuerpo perfecto para que Fermín se enamorará de ella.
Sus amigas al enterarse, le aconsejaban que un muchacho que la mereciera, la llegaría a querer tal y como es, pero ella estaba tan obsesionada con él que no escuchó los consejos que le daban, con el pasar del tiempo su madre se dio cuenta de lo que estaba haciendo y buscó la forma de ayudarla para no complacer los caprichos de la sociedad.
Conforme pasó el tiempo la novia de Fermín falleció a causa de la bulimia, fue allí donde Elizabeth se dio cuenta de que estaba acabando con su vida y buscó ayuda profesional para no acabar con su vida.
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