En una ciudad no muy lejos de aquí, vivía una señorita llamada Lupita, tenía una contextura gruesa y no tan alta, a ella le gustaba mucho bailar y decidió inscribirse en una academia.
Al ingresar, notó que todas las chicas eran mucho más delgadas que ella, así que decidió buscar la forma de perder peso, sin embargo, no podía dejar de comer ya que tenía un apetito voraz, un día una amiga le dijo que una forma de perder peso era provocarse el vómito, que al principio le costaba, pero que después se volvería una costumbre y así lo hizo.
En una de sus clases de baile sufrió un desmayo, así que procedieron a internarla, todos sus síntomas indicaban que padecía bulimia, después de un tiempo gracias a la ayuda de los especialistas ella superó su crisis y aprendió a quererse tal y como es y no basarse en estereotipos para mostrar que es perfecta desde su esencia, que siempre la caracterizaba.
Retomó fuerzas y se volvió una bailarina profesional y siempre exhortaba a sus estudiantes a no dejarse llevar por la tentación de perder peso con el vómito.
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