Mariana, una mujer de 22 años oriunda de Baños en la provincia de Tungurahua, es estudiante de Derecho.
Todos los días antes de salir de casa marca al número de celular de Sebastián, su pareja, para desearle éxitos en sus actividades del día a día, busca por la mesa las llaves y sale con rumbo a la universidad. Emocionada por su rutina en plena clase recibe un mensaje inesperado.
Anónimo: "Hola marina te escribo para informarte que Sebastián tuvo un accidente y está internado en el hospital de la ciudad".
Incrédula toma sus cosas y desesperadamente sale del salón de clases y se dirige al hospital, al llegar el médico le comunica que Sebastián perdió la vida, devastada entra a la sala donde se encuentra el cuerpo, llorando y gritando reclamaba al destino por haberle quitado a su pareja, pasaban los días y Marina aún lloraba la muerte de Sebastián, no comía, no tenía ganas de salir y así luego de un mes lucía muy delgada, pálida, ahora ella se había convertido en una víctima más de la anorexia y sin darse cuenta, luego de 6 meses necesitaba ayuda médica puesto que se sentía débil, desganada y dolida.
Vencida por la depresión y anorexia, luego de 5 años de la muerte de Sebastián, Marina perdió la batalla, terminando con su vida en el mismo hospital donde murió su pareja. Ahora están juntos por siempre.
Comments