El peso perfecto

Todo comenzó hace 5 años, Belén una estudiante de comunicación tenía el sueño de ser presentadora de televisión, ella creció viendo novelas y soñaba ser como sus actrices favoritas.

Era una chica muy linda y sociable, la mejor estudiante de su carrera, no tenía un cuerpo perfecto más bien pesaba un poco más de aquello que señalan los estereotipos. Al ingresar a la universidad, no tuvo el apoyo de su familia pues le decían que soñaba en grande, ya que no tenía el cuerpo para estar en la televisión.

• Hija, con tu físico ocuparás toda la pantalla-, le dijo un día su abuelo.

Un profesor, que sabía de su sueño, le sugirió hacer un casting en un canal reconocido en su país, ella se preparó y llegó a la sala de espera. Había varias chicas a la fila, todas ellas con espejo y maquillaje a la mano, preparándose para la audición, ninguna tenía un libreto, solo Belén, quién estaba concentrada en presentar correctamente el programa.

- Belén, es tu turno-. Gritó una voz en el estudio.

Ella entró y deslumbró a los presentes con su talento, al terminar el jurado la miró de arriba hacia abajo y uno de ellos le dijo:

- ¿Por qué quieres estar aquí?

- Es mi sueño y estoy calificada para este puesto, respondió.

- Tienes talento muchacha, pero ¿Te has visto en un espejo?

- Sí, lo hago diario. ¿Qué tiene de malo?

- No tienes el cuerpo que se ve en un programa de televisión, estás gorda ¿Cuándo has visto que una presentadora de televisión tenga ese cuerpo?

- Pero… yo-, dijo Belén entre lágrimas.

- Lo siento muchacha, no eres lo que buscamos. Aquí la gente tiene una idea de cómo debe ser una presentadora y tú no cumples con estos puntos.

Ella salió destrozada del estudio y prometió volver, es así que empezó a ir al gimnasio y también una dieta estricta, esta vez su familia la apoyó, todos decían que era por su bien y a los 5 meses bajó 15 kilos.

Se sintió lista y se puso a investigar dónde buscaban presentadoras y por casualidad, la misma empresa que la rechazó, hacía otro casting, ella fue y le dieron el trabajo porque decían que ahora sí cumplía todos los requisitos, pero este fue el comienzo de su fin.

Ahora Belén solo quería la aprobación de todos y pensó que si bajaba un poco más la gente la querría más, su obsesión con el peso aumentó y con ello su ego, siempre tenía buenos comentarios sobre su figura y era muy querida por el público, pero al apagar las cámaras ella sentía que aún estaba gorda y que faltaba mucho más por conquistar.

Siguió y siguió bajando de peso, sus amigos y familiares estaban muy preocupados y trataron de hablar con ella. Belén les dijo que estaban locos y que la dejaran tranquila, poco a poco empezó a quedarse sola, sin amigos, ni familia, su único consuelo era el espejo, pero cuando veía su reflejo allí se miraba gorda y se repetía que tenia que bajar más, todo esfuerzo vale la pena para seguir viviendo su sueño.

Pasaron algunos meses y ella empezó a tener comentarios de la gente burlándose de su estado muy delgado y en el canal empezaron a preocuparse por ella, un día a la mitad de la grabación de su programa, se desmayó, despertó en la cama de un hospital, ella no entendía que pasaba, había entrado en una crisis, el doctor le dijo que tenía anorexia y que debía someterse a un tratamiento lo más rápido posible. Fue entonces cuando vio la realidad, por fin vio sus manos tan delgadas, sus brazos, sus piernas. Dijo un rotundo sí y ahora se encuentra en tratamiento.